Espero...

...no estar cometiendo un error.

Puede que sea porque soy bien caliente y porque estoy viendo porno en este momento pero extraño a mi novio... teníamos muy buen sexo y ps con E voy a tener otra vez que enseñarle todo el cotorreo... me da un poco de hueva, pero no sé porqué algo me dice q va a valer la pena mucho. Espero que sí.

Además pasé por un momento familiar muy difícil en el que mi ex me hubiera ayudado muchísimo, E hizo el intento pero ps ni al caso. También lo extraño por ese lado...

PERO NO! Ya, nada va a pasar, E está enamoradísimo de mi y a mi también me gusta mucho estar con él, podría tener un futuro más estable y todo padre. Con mi ex no, era como medio difícil e incierto.

Ay, ya ni sé qué estoy diciendo, puros dramas en mi vida, puta madre, creo q quiero estar sola por un rato pero no! Me muero de ganas de ver a E todo el tiempo, pero me da miedo que sólo sea la curiosidad de tirármelo jajaja que puede que sea probable...

(Creo que también me estoy enamorando de él pero todavía no me he dado permiso. Que desobediente soy)

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Ella se avienta en una cama ajena. Es la primera vez que ve esa cama, ese cuarto, esa casa, pero no le importa, ella va a lo que va. Por supuesto, el rol de inocente es su especialidad. 'Ándale, hay que acostarnos un ratito' le dice, mientras da golpecitos sobre el edredón blanco acolchonadísimo. Él puede que sospeche algo, porque nota cómo está acostada. Nota cómo ella quiere que vea sus caderas. Él la sigue. Se acuestan y ella hace que lo abrace por la espalda. Se quedan así un rato, de cucharita, mientras ella le acaricia la mano de la misma manera en la que se la acaricia cuando van en el carro. Él está nervioso pero se siente cómodo. Ella está a todo lo que arde pero siempre ha sido más neurona que hormona y prefiere ir despacio. Con un movimiento súbito que parece ser espontáneo pero es la cosa más predeterminada que ella ha hecho en años, se voltea. Quedan cara a cara y ella lo acaricia con la mano izquierda en la mejilla, siempre lo hace así. Le dice 'te quiero'. Le dice 'yo también'. Ella lo besa. Él tiene su mano en la espalda de ella, porque es todo un caballero y no quiere parecer que le falta el respeto. Ella quiere que le falte el respeto. Él, mientras se besan, le acaricia un poco la cintura. Ella hierve. Ella se acerca, mueve todo el cuerpo para quedar más cerca de él. Ella sube su pierna al rededor de la cintura de él. Él entiende. Ahora entiende, ahora comprende cómo todo lo que ella le decía era verdad. Esos besos de lengua que los ponían tan nerviosos se vuelven el contacto más esperado por los dos. Él besa muy bien, le chupa el labio inferior y ella deja escapar una bocanada de aire. Él la abraza más fuerte y la acerca a sí. Ella se aferra al cuerpo de él y lo sigue besando, ya sin pensar tanto, y le acaricia la cara. Él hace el movimiento clave: hace que ella se acueste sobre su espalda y él queda con la mitad de su cuerpo sobre ella. Ella sonríe y le acaricia la nuca. 'Eres hermosísima'. Ella lo jala de la nuca para seguir besándolo. Él le acaricia la cintura, las costillas, la rodea con sus brazos y ella no lo puede creer. Él tampoco. Ella hierve. No sabemos si él también.

...to be continued...


(o sea, lo que la calentura me hace escribir.)